Explorando la tierra prometida

Verdes, tus ojos me miraron verdes...
con pequeños rayos de sol,
amarillos, cual la alegría veraniega que nos sosiega... en conjunción de tus labios,
jugosos, sabrosos como la fruta recién cojida de su madre...
Si... me besaste, yo hechizada de tu embrujo nocturno caí... embriagándome de tus caricias...
Y te abrazé como nunca, ansiaba tu llegada, ángel de la fortuna desde mucho tiempo... te esperaba...
regalándome la ilusión de nuevo, reavivando mi llama, sonriendo mientras sentía tu palpitar... rodeada en tu abrazo... mientras nos cubría la noche y la contemplabamos... cubierto de tu manto rosa... mientras mi manto era rojo sangre... tal cual fluía por mis venas...
Ansiando tu llegada... ansiando contemplarte, sonreirte, besarte y abrazarte... disfrutarte como nadie lo hizo en su vida...

En mi subconsciente...

Cai, en medio de las dunas, en medio del calor, sintiendo la rueda de la vida, que me llevaba hacia ti... Cai...

espejismo, te encuentro, me aguardas,

estoy a la espera de tus recuerdos,

tus revelaciones, te aguardo con los brazos abiertos,

disecada, inerte, inmovil, perdida en tu luz...

Ya te veo...

Veo tu sonrisa reflejada en un estanque de peces,

carpas, peces de colores, que en su armonía completan un circulo perfecto de armonía...

Veo tus miradas confidentes, y huidizas,

regresando a nuestros pequeños instintos,

instintos sentimentales y extraños a lo largo de

los primeros años de nuestras vidas...

Veo tus caricias suaves cual seda, cuando recorrían mi hombro, bajando hasta mi mano, y mientras me clavas tu mirada, me la sellas dulcemente con un beso...

Y tu olor.... siento tu olor.... cálido, dulce, tierno, fogoso, excitante... me arrodillo... te busco.... acerco mi mano... siento que aún estás aquí.... te huelo, te siento... mi piel se eriza.... para abrir los ojos.... y sonreir, por haberte recordado una vez más tan cerca de mi...

Irónico... tan cerca a la otra punta del pais...

Y voy aprendiendo, disfrutando las pequeñas cosas que te ofrece la vida

Encuentros con la rebeldia sin causa alguna

Hoy recordé, siguiendo aquel camino,

aquellas espinas que crucé mostrando dolor,

caminando erguida, mirando al frente,

dejando todo problema atrás, sin pensar...

Y reconozco que...

Llegué a pensar en mirar, y hoy miro, abro los ojos,

y te vuelvo a ver, sintiendo el olor americano de las millas,

mirándote a los ojos, acomodada en el respaldo,

de aquel coche de los sueños...

Apostando nuestros besos, como si de tesoros se tratara,

nos ibamos dando cuenta del deseo de aquellos cuerpos...

Hasta que aquel dia, cruzamos la barrera, timidos,

deseosos, con pasión, lujuria, deseo,

sentimos en el sello de nuestros labios,

cuando anunciamos nuestra retirada, hasta dias después,

en nuestra sentencia, mientras Chuck Berry deleitaba nuestro encuentro,

nos dejamos llevar por lo que tanto soñaba, por aquella velada perfecta,

la mejor de mi vida.

Poco después el abandono de nuestro lecho, nuestros encuentros,

nuestras locuras, nuestras conversaciones,

mirando nuestro paisaje por la ventanilla,

mientras el dolor se refleja en mis ojos,

del que cae su jugo poco a poco, recordándote, una y otra vez,

para dejarte 1000 kilometros atrás....

para verte a través de una pantalla, como si de una cárcel se tratara...

para privarme de ti... para dejarte como el lobo solitario,

vagante, pirata, rebelde, buscando a tu mujer ideal,

por esas carreteras de Kansas...

La gran búsqueda

Y me desperté, dándome cuenta de que todo era mentira, cuando en mis sueños las piezas encajaban, como un rompecabezas malo y traidor, rompiendo mi sueño feliz. Tras las sospechas que sentía y me negaba, fui uniendo, cada trozo, cada palabra, hasta llegar al juicio final, que traía consigo, el resquebrajamiento,lento y doloroso, de mi corazón,en minúsculos y miles de trozos... Trozos esparcidos por el suelo, que recojo poco a poco, para meterlos en mi cajita del olvido. Y ahora que mi corazón vuelve a ser de piedra, gris, inerte, vuelvo a buscar en mi soledad, triste, ausente, la llave para volver a colorear mi corazón, del color de la vida, del color de una sonrisa, del cariño, del afecto, de un sentimiento que recopila, y llena de vida a los vasos sanguíneos de esta piedra.