Y sonreí al amanecer,
cuando los rayos del sol, iluminaban tu rostro,
después de una noche de ternura, risas,
caricias, palabras cruzadas, saltos, fuego,
deseos, humo, alcohol, abrazos,
y amor descontrolado.
Ese color especial, que tu rostro refleja en armonía,
de un sol naranja, frio como el rocío de la mañana,
a un cuerpo acurrucado en mis abrazos,
en la energía que desprendía esa mañana de ese bello nombre, San Juan.
Y me despierta tu fina piel, de tus manos finas cual perla,
esa mirada tierna y joven, y ese olor atrayente cual presa al cazador,
oliendo cada milímetro de ese cuello tan deseado por saciar los sentidos,
uniendo luego nuestros labios, recién despiertos de un descanso mutuo,
miradas penetrantes de esa mirada aún joven que cautivó a la mía para siempre,
suspiro por los abrazos del dia a dia, cortas siestas de un sofá confidente,
viajes hasta el infinito escuchando tu voz angelical,
intimidades infinitas que recorren dia a dia los espacios de mi mente logrando
hasta la más pequeña de nuestras locuras, juegos armoniosos,
bailes prohibidos, danzas continuadas y acompasadas, al ritmo del amor...
Esta foto que tienes en la entrada me fascina. Es una auténtica gozada.
ResponderEliminarEn cuanto al texto... ¿qué decir? Sensible, erótico, dulce... me encanta
Es erotismo... es un texto que se refiere a lo que ocurrió en la pasada noche de San Juan con alguien con el mismo nombre jejeje... Un beso contremo!!!
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