Por mi rostro caen lágrimas que se llevan pedacitos de mi alma, y pido y suplico,angel de la guarda, vuela y aléjate del peligro, peligro que corre tu alma de volar como vuela la mia, ya que la soledad me ha encerrado y el amor me abandonó, dejándome totalmente expuesta a la muerte.
Sólo te pido que no mires atrás, y seas consecuente de tu corazón,
siempre siguiendo su palpitar, como yo seguí al mio, siendo feliz entonces.
Y no llores cuando veas mi corazón volar, pues así está siendo libre.
No llores cuando veas mis ojos por última vez, porque verán la perfección en su próxima vida,
no llores cuando mi cuerpo no mueva, porque su movimiento será armonioso entonces.
No llores por mi ultima lágrima, congelala y embriagate de ella,
para conservar un último sentimiento,
mi último suspiro, mi ultimo esfuerzo, movimiento,
y así permanecerá contigo...
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