miércoles, 20 de abril de 2011

Sonrísas a las lágrimas

Ella caminaba siempre mirando al suelo, ella no podía mirar adelante por miedo,
siempre temblorosa, se preguntaba si su mañana sería diferente,
si el mundo le daba razones para continuar con una sonrisa,
o sin embargo, continuar su día a día solitario, caminando lentamente mientras cae la lluvia,
sin importarle el frío, o la humedad del agua...
Pasaban los días, se dió cuenta de que ella abandonó su propia lucha,
y se levantó, alzó la cabeza, sonrió, escribió, y luchó en un día a día monotono,
hasta que pudo alejarse...
Se alejó sonriente, se alejó dejando atrás su cárcel, ella huye riendo,
con sus sueños constantes...
Ahora sus sueños gritaban, se escuchaban por todas partes, ansias de vivir...
ansias de conseguir...
Poco a poco, conseguía lo que sus gritos le pedían, pero sus gritos no cesaban,
pedían más, más, más, ampliaban esos sueños a gran escala...
derivaban de otras pequeñas metas, o se hacían las mismas más difíciles...
y continuó... siguió los impulsos de su niña interior...
Esas ambiciones las cuales te hacen soñar desde pequeña, por inculco, o quizá por la televisión,
esas voces siempre se llevan dentro, siempre se sienten y se escuchan, a veces más alto que otras,
lo que no debemos permitir es caer y no volver a levantar, ya que cuando caemos aprendemos porque caimos,
para que no volvamos a derrumbarnos... una lección más aprendida en la vida, para sentirse más completa por dentro,
y no cometer más ese error, y te llena más en la vida, para llegar con resultados más que positivos...
A tu meta.
Nunca caigas... lucha, y conseguirás todo lo que ansíes en esta vida...
Consejo de una luchadora, sacrifica con dolor, recogerás algo mejor que lo sacrificado algún día...

martes, 12 de abril de 2011

El día Zeta...


Podría decirse que se me empequeñeció el corazón... también que se fue en el aire, que se suspendió por el firmamento, incluso que murió arrancado de mis entrañas sin presentar secuelas físicas... como por arte de magia...
Había cogido el teléfono móvil, dos meses después que mi abuela se fue para formar parte del firmamento,y casualmente yo escuchaba esta instrumental, oigo por el altavoz del mismo...
tu abuelo se muere...
..............................................................................................................
Dios... Dios...
..............................................................................................................
Dios... mío...
Ya simplemente para escribir esto, para continuar... me paro a pensar como explicar lo que sentía y secarme las lágrimas...
No se... jamás me quede tan muda sabiendo hablar... mi cuerpo se bloqueó completamente... no respondía de mi misma.
Al igual que no respondo de mi sentido común ni de mis sentidos cuando rememoro todo ello...
Mi abuelo siempre fue una figura irremplazable e imagen a seguir para mi...
El era mi héroe...
El era mi Dios... Dios mio... Ay de mi...
En el momento que se me cayó el mundo al suelo... caí yo también... en alma, en espiritu, en cuerpo...
Y mientras mojaba de rodillas el suelo con mis lágrimas silenciada y miraba al suelo, mi vida cambió...
Hoy en día el ya se a ido, apenas meses de su marcha... Y ya no soy la misma...ya no sonrío como antes... diariamente lloro por su ausencia...
Escucho esta canción y me transmite paz, pero a la vez siento ese mismo dolor, me recuerda esos momentos,
y me recuerda la daga que llevo clavada en mi pecho desde el momento que escuché esa frase...
Horas, días llorando... insomnio... dolor y llanto que jamás se irá de este corazón vacío, desde el día Z,
El día de la muerte de mi alma...