Entre lágrimas subí y me separé de ti... tu... que con todo tu dolor hiciste que saliera de tu vientre...
te abracé como nunca y diez segundos después tu silueta desaparecía entre la sombra de la oscuridad,
ese adiós bajo el frío del rocío que refresca el amanecer...
miraba por la ventana mientras escuchaba los raíles cada vez mas seguidamente...
rodeo el lugar de mi crianza en segundos... repitiendo lo mismo siempre que cojo ese tren...
hasta la próxima...
recuerdos demasiado tristes inundan en mi mente sobre esa tierra... más que buenos... que apenas los cuento con la mano...
pero la nostalgia aun así se apodera de mi...
Mis manos se alzan a mi cabeza mientras inundo el suelo del vagón de lágrimas... por la lejanía de tu sangre...
la lejanía de tus abrazos, sonrisas, besos, consejos, y la sangre que corre por mis venas...
Por despertarme cada mañana con un abrazo, o quizá por tus ojos vacíos al escuchar que me voy...
mientras que entre lágrimas me escondo por miedo a no volverte a ver...
No preciso nombres de la dedicación de este texto... las circunstacias explican el amor que os tengo...
y por esa razón yo cuando me voy muero... porque mi amor está con vosotros, porque mi sangre queda en mi tierra...
porque mi alma muere en esa estación cuando os abandono...